Existen viejos hábitos que nunca cambian. Hábitos que por haber existido durante mucho tiempo hacen parte de la vida cotidiana; al punto que uno ya no se pregunta su verdadera razón de ser, si son buenos o malos o si realmente son necesarios.
Los rusos, o mejor dicho, el Estado ruso, tiene también unos hábitos que ni los Zares, ni la revolución rusa, ni el fin del comunismo han logrado borrar. Y no me refiero al hábito de vigilar con precaución a su propia población, cosa que todos los Estados del mundo hacen de una u otra manera, sino a uno aun más explícito y poco conocido en el mundo. Se trata del pasaporte interno, un documento que para nosotros tiene validez de las fronteras para afuera y que en Rusia también tiene sentido de las fronteras para adentro.
Los rusos tienen dos pasaportes. Uno para cuando salen del país y otro para cuando están en su patria, al punto que son extranjeros en su propio suelo. No se les haga raro que estas cosas ocurran en Rusia, país de todas las paradojas, porque se trata del Estado más grande del mundo, con un inmenso territorio que llegó a ser alguna vez un sexto del planeta y que ha influenciado de manera considerable la relación que tiene el gobierno con su población. Después de todo, la historia rusa y la experiencia horripilante del Gulag están ahí para recordarnos que los rusos han sido en varias ocasiones exiliados en su propio territorio.
Y es que un ruso no puede vivir en una ciudad o en un determinado territorio si no se registra ante la policía y demuestra que tiene algún lazo que lo una con su lugar de residencia. Es decir, se trata de una especie de dirección fiscal, con la diferencia que si uno pasa más de tres días en otra ciudad sin avisarle a la policía, corre el riesgo que lo detengan, le pongan una multa carísima y hasta lo devuelvan a su ciudad de residencia. Es, curiosamente, el mismo régimen que tienen los extranjeros cuando llegan a Rusia.
Los rusos saben que deben tener siempre a la mano su pasaporte, porque a veces la policía lo pide en las calles, a las salidas del metro o en las estaciones de tren. Entonces los rusos, inmediatamente entienden que cuando uno de esos agentes del Estado los mira fijamente a los ojos haciendo un perezoso saludo castrense, deben presentar el pasaporte, donde se encuentra la ciudad donde esta registrado el individuo, su libreta militar, estado civil y otros datos personales. En otras palabras, es como si un habitante de Bogotá tuviera que presentarse ante las autoridades en Medellín si se queda más de 3 días en la ciudad, así vaya de trabajo, de vacaciones o por la razón que sea.
Y he ahí precisamente la gran paradoja rusa, que entre mas territorio tienen, mas pretenden controlan la manera como se desplaza la población. El tamaño de este país puede ser al mismo tiempo sinónimo de una libertad absoluta, pues prácticamente no tiene fin, y, de manera quizá contradictoria e inexplicable, por esa misma razón puede ser también una cárcel.
Toda esta historia del pasaporte interno tiene una razón de ser, un pasado que ayuda a entender su extraña existencia en una sociedad contemporánea y europea. Resulta que antes de la Revolución Rusa y durante buena parte de su historia, la gran mayoría de la población rusa vivía en la servidumbre, una condición parecida a la esclavitud, en la que la gente -o “las almas” como se les decía entonces a los campesinos- era un bien económico del señor que podía vender sur siervos como cabezas de ganado, cosa que nos muestra Gógol con humor magistral en su libro las Almas muertas.
Luego, cuando la servidumbre por fin fue abolida en 1861, la principal preocupación de las autoridades zaristas era prevenir una revuelta masiva de campesinos y, sobre todo, una fuga descontrolada de la población luego de saberse liberada. Por esa razón instauraron un pasaporte interno que limitaba de cierta manera la circulación de personas y evitaba que regiones enteras quedaran desiertas. Al final ninguna de las dos cosas sucedió, pues ni el país entró en crisis ni los campesinos huyeron a ninguna parte, pero el Estado mantuvo el sistema para controlar a la gente.
Con el estallido de la Revolución Rusa y la llegada de los bolcheviques, el pasaporte fue parcialmente eliminado, pero la dicha duró muy poco porque menos de 15 años después, en 1932, José Stalin volvió a instaurar los pasaportes internos y eso hasta nuestros días. Una medida que los rusos recuerdan como la segunda servidumbre, y que alimenta de cierta manera la extraña relación que tienen con su madre patria.
De manera que los viejos hábitos son muy difíciles de cambiar, sobre todo en Rusia, en donde el territorio ha forjado la cultura misma del país y donde la inmensidad de sus paisajes hace sentir a cada persona como el más diminuto y débil de los seres.
Maria Isabel
No tenía ni idea de esa necesidad casi patológica de ejercer el control de los habitantes de un país. Gracias por otro escrito formidable.
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¡María Isabel! Qué bueno leer de ti de nuevo. Sí, es muy extraño de entenderlo para nosotros.
Marina Mora.
Interesante artículo.
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Con mucho gusto Marina. Un saludo.
Maria
Gracias. no tenia conocimiento de esta costumbre rusa.
Claire Doebeli
Eso lo conocí en Siria en 20O4-2OO6.
Antes de subir a un bus, había que pasar por un puesto de policía y mostrar su pasaporte o un papel de la universidad .
Yamel
Gracias.. Interesante información. Hoy aprendí algo nuevo. Eso hace parte de mi vida… Aprender algo nuevo, cada día.
MARTHA SANCHEZ b
Interesante artículo. Como es costumbre
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Buenas tardes Martha. Qué amable eres por comentar. Esperamos seguir leyendo tus mensajes en nuestros próximos artículos.
María
Es una forma de controlar y de mantenerse ocupada a la policía, cosa que no ocurre en otros muchos lugares sobretodo en regiones donde la base de su economía es el turismo; por lo que los extranjeros va y vienen con demasiada frecuencia.
Taitianna
Muy interesante uno creería que ese tipo de controles ya no existirían en estas épocas
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Hola, así es. Parecen anacronismos, pero ahí siguen, vigentes a pesar del tiempo.
Carmen Cecilia
Interesante,entre más poder mal entendido,la dominación es mayor….
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Hola Carmen, gracias por tu comentario. Gracias por compartir tu punto de vista.
Armando chavez Ramirez
Es algo insólito.
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Armando, gracias por tu comentario.
María Lucia
Interesante…Están detenidos, frente a las libertades, en el tiempo…pareciera que los ciudadanos son bastante sumisos!!
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Hola María Lucía. Puede parecerlo, pero en el fondo, es un pueblo con una rica historia cultural que no tiene mayor cosa de sumiso.
Gloria Luna
Es una costumbre o es una ley. Que bueno saber estas cosas. Insolitas
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Gloria, hola. Muchas gracias por tu comentario.
Claire
Estuve en Siria enseñando de 2004 hasta 2006. No se podía desplazar en bus o en tren de una ciudad o pueblo sin pasar antes a un puesto de policía situado en el terminal. En el segundo año, nos retiraron nuestro pasaporte y la universidad nos entregó un papel lleno de sellos, de nuestras huellas digitales y foto que nos permitía desplazarnos a dentro del país pero no afuera. Se parece un poco a lo que cuenta de Rusia.
Gracias
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Hola Claire. Qué amable eres por comentar con tu historia. Es fascinante leer como ciertas cosas se replican en lugares tan distintos de la geografía. Muchas gracias.
Luz marina cabrera
Interesante historia que nos hace reflexionar sobre la libertad que tenemos en nuestro país a pesar de los conflictos existentes.
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Hola Luz Marina, qué bueno que el artículo te haya generado este tipo de reflexiones, esa es nuestra idea. Un saludo.
Josefina wilches
Muy bueno el artículo, muy ilustrante. Extraña cistumbre
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Hola Josefina. Muchas gracias por tu comentario. Así es, muchas de sus costumbres nos parecen de otro mundo.
Adriana Cortes
Gracias, Rusia para mí siempre ha representado un misterio. A pesar de sus rarezas me parece fascinante.
LUZ MARINA
Vivimos en un pais donde deberia hacerse ese tipo de control. conozco casos de feminicidios impunes causados por personas que están un poco tiempo en un lugar y desaparecen sin dejar rastro, igualmente en el tiempo del conocido Garavito, conocí casos de niños asesinados por el y fueron un gran numero. Recordemos otros caso de psicópatas en Colombia cuyos homicidios fueron muchísimos hasta lograr en algunos casos su captura. Como he ejercido la Ley, conozco muchos delitos cometidos por gente que va de paso por una región. No sera que cosas como esa benefician a una sociedad ? Registrarse ante las autoridades no debe ser una carga dolorosa si somos personas de bien.
Mariela
Ya había leído al respecto cuando las personas se encuentran con la policía en cualquier lugar, les piden papeles . En el libro La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich. Muchas de las que fueron a la guerra, conseguían papeles falsos y se unían a los partisanos. Pero, fuera de creer que es una forma de control del estado, es también saber las estadísticas de la población. Así han evitado la sobrepoblación .
Jaime Colmenares
Me queda la duda de si esta costumbre es todavía vigente. Lo que entiendo es que no se puede estar en una ciudad mas de tres días, sin avisar a la policia. Como hicieron entonces, los miles de personas y turistas que fueron al mundial de futbol recientemente y que tenían que desplazarse de un lugar a otro ?
Liliana
Muy curioso que en el siglo XXI aún suceda, no lo sabía como tampoco lo de Siria . Muchas gracias por el artículo